REFLEXIONANDO SOBRE EL PENSAMIENTO¿Sería mejor no tener pensamiento? Es una pregunta difícil. La respuesta no es la misma para todas las personas; depende mucho de la forma de ser de cada una y de su forma de pensar.
El pensamiento es algo bueno cuando nos sirve para recordar nuestro pasado, si ha sido bueno, si nos ha gustado, y para tener un proyecto de futuro, siempre que nos guste y nos sea favorable; pero si no estamos orgullosos de nuestro pasado y no tenemos un proyecto de futuro que nos agrade, no nos gusta tener pensamiento. También puede ser bueno tener pensamiento aunque no te guste tu pasado, porque te puede servir para no cometer los mismos errores en el futuro. Referente al presente, sucede lo mismo que con el pasado y el proyecto de futuro: si nos agrada nuestro presente, nos gusta el pensamiento, pero si no es de nuestro gusto, preferiríamos no tenerlo.
Por otra parte, el pensamiento es bueno cuando nos ayuda a reconocer a las otras personas y a tratarlas como tal, como personas, es decir, como un ser que siente y padece y no como una cosa que sólo nos sirve para utilizarla cuando nos interesa.
De esto deriva la empatía (la capacidad de ponernos en el lugar de otro y sentir lo que él siente) que como todo, tiene su lado bueno y su lado malo. El lado bueno es que nos ayuda a comprender (algunas veces no del todo) cómo se siente una persona por algo que le ha ocurrido. El lado malo es que la empatía cohíbe la libertad de las personas, es decir, que por ponerte en el lugar del otro y sentir lo que él siente, dejas de hacer cosas que te gustaría hacer, pero por respeto, no haces; entonces, modificas tu comportamiento por una causa externa a ti y dejas de ser libre, porque la causa que provoca tu comportamiento en ese momento no eres tú mismo.
Otro problema provocado por el pensamiento es ser sujeto y objeto de juicio porque, ser sujeto de juicio, es decir, juzgar a los demás, nos gusta a todos, pero que nos juzguen, o lo que es lo mismo, ser objeto de juicio, no nos gusta a nadie.
Otro hecho provocado por el pensamiento es proyectar las consecuencias de nuestras acciones en el futuro, cosa que posteriormente, da lugar a la conciencia, que nos hace sentir orgullo, tristeza, alegría, vergüenza ... La idea de la conciencia es algo que nos gusta tener a los seres humanos siempre y cuando nos sea agradable y buena para nuestro gusto, es decir, que por regla general, sintamos alegría, orgullo ... (sentimientos positivos). Pero, si las personas sentimos vergüenza, odio, remordimiento, tristeza ... (sentimientos negativos), desearíamos no tener conciencia, porque así no nos sentiríamos mal con nosotros mismos al tener estos sentimientos.
La última de las ideas que provoca el pensamiento es la libertad (la capacidad de poder elegir nuestra respuesta ante un estímulo externo). La libertad, o sea, poder modificar nuestro comportamiento o nuestras respuestas según nuestro parecer es algo que nos gusta a las personas porque no dependemos de nadie para ello; pero tiene su parte negativa, porque la libertad de una persona suele estar condicionada por su conciencia (por ejemplo, una persona que se haya portado mal con un amigo y sienta vergüenza por ello, no irá al cine con el amigo aunque le apetezca mucho y éste le haya perdonado, porque no está a gusto consigo mismo), por el qué dirán (la idea de ser objeto y sujeto de juicio), por cómo le afectará su decisión a otras personas (la empatía, porque se pone en el lugar de otras personas para sentir o intentar imaginar cómo se sentirán ante su decisión), y por su pasado, su presente y su futuro (por ejemplo, un estudiante que no ha llevado bien los cursos anteriores (pasado), tiene dificultad en comprender el curso en el que se encuentra (presente), y tendrá problemas para entender cursos posteriores (futuro)). Por todo esto, la libertad de una persona es relativa, porque siempre se verá condicionada por causas externas.
En definitiva, lo que se deduce es que el pensamiento no es ni bueno ni malo; nos permite diferenciarnos de los animales, y entre nosotros mismos, entre los seres humanos también, pero al mismo tiempo, nos hace sentir bien o mal dependiendo de las circunstancias, lo que hace que nuestro pensamiento sea positivo o negativo. Es una capacidad o una cualidad que tenemos las personas, que está ahí, y contra la que no podemos luchar.
Rebeca Gil
4ºA ESO
