¿QUIÉN DICE QUE HAY QUE SER BUENO?
Para empezar, se supone que ser bueno consiste en hacer el bien con tus acciones sin perjudicar a nadie.
Eso es muy bonito, porque si todos hiciésemos el bien, o sea, que fuésemos buenos, el mundo sería mucho mejor: no habría terrorismo, ni violencia de género, ni peleas callejeras, …, sino que todo sería: ayuda, preocupación por los demás, buenas palabras para todos, …
De lo que se deduce que hay personas que no hacen el bien, porque hay terrorismo, violencia, peleas, falta de ayuda para los demás, despreocupación por los problemas ajenos, egocentrismo, insultos, …
Entonces se da la gran pregunta: ¿Por qué hay que ser buenos? Aquí se pueden tomar dos caminos:
El primero es pensar: si hay otras personas que no hacen el bien (son pasotas, maleducadas, violentas, egocéntricas, …), y además nos perjudican al resto, ¿por qué he de hacerlo yo? Entonces, se puede hacer el mal (y pasar a ser malo, obviamente).
El segundo es pensar: si hay otras personas que hacen el mal, no debo parecerme a ellas, debo intentar hacer el bien, (que la convivencia entre todas las personas del mundo sea lo más fácil, pacífica y respetuosa posible), y quizás así esas personas que hacen el mal se den cuenta del perjuicio que están provocando y empiecen a hacer el bien.
Cada persona es libre de elegir una de estas dos opciones; nadie puede obligar a nadie a ser bueno o ser malo, pero cada uno de nosotros debe escoger en qué clase de mundo quiere vivir o al menos intentar vivir: en uno lleno de violencia, agresiones, faltas de respeto, egocentrismo, …, o en uno en el que las relaciones con el resto de personas sean más o menos cordiales y respetuosas.
Rebeca Gil García
4ºA ESO
Para empezar, se supone que ser bueno consiste en hacer el bien con tus acciones sin perjudicar a nadie.
Eso es muy bonito, porque si todos hiciésemos el bien, o sea, que fuésemos buenos, el mundo sería mucho mejor: no habría terrorismo, ni violencia de género, ni peleas callejeras, …, sino que todo sería: ayuda, preocupación por los demás, buenas palabras para todos, …
De lo que se deduce que hay personas que no hacen el bien, porque hay terrorismo, violencia, peleas, falta de ayuda para los demás, despreocupación por los problemas ajenos, egocentrismo, insultos, …
Entonces se da la gran pregunta: ¿Por qué hay que ser buenos? Aquí se pueden tomar dos caminos:
El primero es pensar: si hay otras personas que no hacen el bien (son pasotas, maleducadas, violentas, egocéntricas, …), y además nos perjudican al resto, ¿por qué he de hacerlo yo? Entonces, se puede hacer el mal (y pasar a ser malo, obviamente).
El segundo es pensar: si hay otras personas que hacen el mal, no debo parecerme a ellas, debo intentar hacer el bien, (que la convivencia entre todas las personas del mundo sea lo más fácil, pacífica y respetuosa posible), y quizás así esas personas que hacen el mal se den cuenta del perjuicio que están provocando y empiecen a hacer el bien.
Cada persona es libre de elegir una de estas dos opciones; nadie puede obligar a nadie a ser bueno o ser malo, pero cada uno de nosotros debe escoger en qué clase de mundo quiere vivir o al menos intentar vivir: en uno lleno de violencia, agresiones, faltas de respeto, egocentrismo, …, o en uno en el que las relaciones con el resto de personas sean más o menos cordiales y respetuosas.
Rebeca Gil García
4ºA ESO
1 Comments:
¿Y usted cuál toma? Porque no hay una verdadera respuesta.
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