De nuevo, el profesor de filosofía nos ha mandado hacer una crítica sobre su clase. Bien, pues vamos a ello.
En mi opinión, la clase de filosofía es una de las mejores que tenemos porque: el profesor explica todo el tema prácticamente frase por frase; resuelve todas las dudas que se plantean en clase hasta la saciedad; los términos más difíciles los explica todos los días en clase; para explicar usa ejemplos de cosas cotidianas con lo que entendemos mejor lo que nos trata de enseñar y además, después se nos queda mejor la idea y la recordamos más fácilmente que no sólo la teoría pura y dura. También he de decir que en la clase de filosofía nos reímos mucho (aunque a veces no nos deberíamos de reír tanto porque los “chistes” o las “bromas” que hace el profesor son en nuestra contra), por lo que se nos hace bastante amena y por eso es una de las asignaturas en la que más rápido se nos pasa el tiempo. Y además, se tratan no sólo temas de filosofía, sino también temas de cultura general como historia, política, …., por lo que también aprendemos otras cosas que no tienen que ver estrictamente con la filosofía, y la verdad es que se agradece que en una asignatura no aprendas sólo cosas de la materia, sino de todo un poco.
En contraposición al párrafo anterior en el que se mencionan las partes positivas de la clase, está este en el que voy a decir las que, bajo mi punto de vista, son cosas que sobrarían en muchas ocasiones en el aula. Una de ellas es, por ejemplo, los comentarios que hace el profesor respecto a otras asignaturas tales como: biología y geología, francés, inglés, lengua castellana y literatura, …, cuando nos ve con libros de dichas asignaturas y hace ciertos comentarios despectivos hacía las mencionadas materias. Me parece muy bien que piense sí quiere que son asignaturas inferiores a la suya (cosa que no comparto), pero creo que esas son cosas que un profesor debe evitar comentar. Por otro lado, tampoco creo convenientes los comentarios que hace para meterse con nosotros cada vez con más frecuencia utilizando cualquier pretexto para ello, como por ejemplo, meterse contigo porque eres del Barça y él es del Real Madrid. Otra cosa que tampoco me gusta es que los temas haya que bajárselos de Internet, porque no todo el mundo lo tiene contratado, por lo que las personas que no tienen acceso a Internet en cas pasan a depender de otra persona para que se lo saque o tienen que ir a algún lugar público que tenga Internet, esperar a poder coger un ordenador que esté libre, imprimírselo y perder así un tiempo en la tarde que a algunos no nos sobra. Además, que yo sepa tener Internet no es obligatorio para poder cursar la enseñanza, porque si no en los partes aparecería como motivo de falta el no tenerlo igual que aparece el no hacer los deberes o el no llevar el material necesario para dar la asignatura. Pero sin embargo, lo que sí me gusta es que en la página web del profesor haya puestos unos textos para que hagamos los comentarios y así practiquemos, pero eso no me molesta como lo de los temas porque sin hacer eso puedes seguir bien las clases, cosa que sin tener la hoja del tema es un poco complicado.
Para seguir con la crítica a la clase de filosofía, se puede hablar de la forma de evaluar. Creo que es uno de los sistemas de evaluación más justos que tenemos. Cada examen tiene su valor correspondiente y es proporcional a su importancia (es decir, que me parece bien que el examen teórico o de opción múltiple se puntúe sobre diez, el práctico también sobre diez y el comentario de texto sobre cinco porque no es tan importante como los otros dos). Otro examen que tenemos es el de materiales y ese consiste básicamente en preguntas sobre un libro que nos manda leer cada evaluación. También se puntúa sobre diez, cosa que me parece correcta. No me parece mal que el profesor nos mande leer un libro cada evaluación, pero la verdad es que me gustaba más que nos mandase ver una película, pero bueno, es una de las consecuencias de estar en Bachillerato. Además, para subir nota en cada evaluación, el profesor nos ha dado la opción de hacer este blog en el que tenemos que publicar los artículos que él nos manda para una fecha determinada. Me parece que es una buena forma para ayudarnos a levantar la nota, y no me parece mal que haya que utilizar en este caso Internet porque tenemos una media de unos quince días para publicar cada artículo, por lo que no nos urge tanto el tener acceso a Internet para esto como para imprimir los temas y podemos escoger un día que nos venga bien para ir, por ejemplo, a una biblioteca pública para escribir el artículo. Por otro lado, el profesor también nos ha dado la opción de hacer un artículo (que puede subir hasta un punto en la nota final) para la Wikipedia sobre un tema del que no se haya escrito y a en dicha enciclopedia y nos ha dejado varios meses para prepararlo. Esto lo considero como una actitud por parte del profesor que debe ser agradecida, porque nos echa una mano para subir nota con algo que no tiene nada que ver la filosofía (excepto si escribes sobre algo relacionado con la filosofía, claro está). Y ya para terminar en lo referente a la forma de evaluación, me parece justo que si tienes una nota con decimales entre el cinco y el nueve y no has hecho blog, te quedes con la nota redondeada a la baja y que si tienes blog, el redondeo sea a la alza, porque eso es una forma de retribuirnos el trabajo que hacemos al escribir el artículo en el blog a los que los hacemos, porque todos tenemos posibilidades de hacerlos (porque, como he dicho antes, tenemos unos quince días para escribir cada artículo, lo que te da tiempo de sobra de ir a algún lugar con acceso a Internet a publicar el artículo si quieres).
Por último, quiero decir unas últimas cuatro cosas: la primera, hacer notar y agradecer que el profesor al explicar diferentes posturas sobre el tema que estemos tratando, (por ejemplo, ahora estamos tratando la reflexión filosófica sobre la sociabilidad y sus diferentes posturas son los nacionalistas, los sociobiólogos, los contractualistas y los anticapitalistas) o al explicar cualquier otro asunto, explique en función a la postura que se esté tratando en ese momento o de forma neutral en cualquier otro tipo de asunto y no en función a su opinión personal; la segunda, que también es de agradecer que el profesor se haga imponer, porque hoy en día y aunque suene penoso, muy pocos profesores se imponen en clase, por lo que los alumnos, a veces, casi “se burlan” de él y no se da tanto temario como se quisiera o se debería dar en esa asignatura; la tercera, que también se agradece que el profesor no venga a clase dándoselas de nuestro “colega”, sino que marque la diferencia entre alumno y profesor, lo que ayuda a dar mejor la clase; y la cuarta y última, que valoro mucho que el profesor sea puntual con la hora de comienzo y de final de la asignatura y que se exija para él mismo la puntualidad que nos exige a nosotros, porque hay otros docentes que te exigen puntualidad cuando ellos son los primeros que llegan diez minutos tarde a clase, cosa que parece inmoral completamente.
En definitiva, la clase de filosofía es una de las mejores que tenemos y quizás en la que más aprendemos, pero hay ciertas “opiniones” del profesor que según mi punto de vista, sobran.
Rebeca Gil García
1º A Bto.