Ética 4º ESO

Sunday, May 18, 2008

OTRA VEZ A CRITICAR

De nuevo, el profesor de filosofía nos ha mandado hacer una crítica sobre su clase. Bien, pues vamos a ello.
En mi opinión, la clase de filosofía es una de las mejores que tenemos porque: el profesor explica todo el tema prácticamente frase por frase; resuelve todas las dudas que se plantean en clase hasta la saciedad; los términos más difíciles los explica todos los días en clase; para explicar usa ejemplos de cosas cotidianas con lo que entendemos mejor lo que nos trata de enseñar y además, después se nos queda mejor la idea y la recordamos más fácilmente que no sólo la teoría pura y dura. También he de decir que en la clase de filosofía nos reímos mucho (aunque a veces no nos deberíamos de reír tanto porque los “chistes” o las “bromas” que hace el profesor son en nuestra contra), por lo que se nos hace bastante amena y por eso es una de las asignaturas en la que más rápido se nos pasa el tiempo. Y además, se tratan no sólo temas de filosofía, sino también temas de cultura general como historia, política, …., por lo que también aprendemos otras cosas que no tienen que ver estrictamente con la filosofía, y la verdad es que se agradece que en una asignatura no aprendas sólo cosas de la materia, sino de todo un poco.
En contraposición al párrafo anterior en el que se mencionan las partes positivas de la clase, está este en el que voy a decir las que, bajo mi punto de vista, son cosas que sobrarían en muchas ocasiones en el aula. Una de ellas es, por ejemplo, los comentarios que hace el profesor respecto a otras asignaturas tales como: biología y geología, francés, inglés, lengua castellana y literatura, …, cuando nos ve con libros de dichas asignaturas y hace ciertos comentarios despectivos hacía las mencionadas materias. Me parece muy bien que piense sí quiere que son asignaturas inferiores a la suya (cosa que no comparto), pero creo que esas son cosas que un profesor debe evitar comentar. Por otro lado, tampoco creo convenientes los comentarios que hace para meterse con nosotros cada vez con más frecuencia utilizando cualquier pretexto para ello, como por ejemplo, meterse contigo porque eres del Barça y él es del Real Madrid. Otra cosa que tampoco me gusta es que los temas haya que bajárselos de Internet, porque no todo el mundo lo tiene contratado, por lo que las personas que no tienen acceso a Internet en cas pasan a depender de otra persona para que se lo saque o tienen que ir a algún lugar público que tenga Internet, esperar a poder coger un ordenador que esté libre, imprimírselo y perder así un tiempo en la tarde que a algunos no nos sobra. Además, que yo sepa tener Internet no es obligatorio para poder cursar la enseñanza, porque si no en los partes aparecería como motivo de falta el no tenerlo igual que aparece el no hacer los deberes o el no llevar el material necesario para dar la asignatura. Pero sin embargo, lo que sí me gusta es que en la página web del profesor haya puestos unos textos para que hagamos los comentarios y así practiquemos, pero eso no me molesta como lo de los temas porque sin hacer eso puedes seguir bien las clases, cosa que sin tener la hoja del tema es un poco complicado.
Para seguir con la crítica a la clase de filosofía, se puede hablar de la forma de evaluar. Creo que es uno de los sistemas de evaluación más justos que tenemos. Cada examen tiene su valor correspondiente y es proporcional a su importancia (es decir, que me parece bien que el examen teórico o de opción múltiple se puntúe sobre diez, el práctico también sobre diez y el comentario de texto sobre cinco porque no es tan importante como los otros dos). Otro examen que tenemos es el de materiales y ese consiste básicamente en preguntas sobre un libro que nos manda leer cada evaluación. También se puntúa sobre diez, cosa que me parece correcta. No me parece mal que el profesor nos mande leer un libro cada evaluación, pero la verdad es que me gustaba más que nos mandase ver una película, pero bueno, es una de las consecuencias de estar en Bachillerato. Además, para subir nota en cada evaluación, el profesor nos ha dado la opción de hacer este blog en el que tenemos que publicar los artículos que él nos manda para una fecha determinada. Me parece que es una buena forma para ayudarnos a levantar la nota, y no me parece mal que haya que utilizar en este caso Internet porque tenemos una media de unos quince días para publicar cada artículo, por lo que no nos urge tanto el tener acceso a Internet para esto como para imprimir los temas y podemos escoger un día que nos venga bien para ir, por ejemplo, a una biblioteca pública para escribir el artículo. Por otro lado, el profesor también nos ha dado la opción de hacer un artículo (que puede subir hasta un punto en la nota final) para la Wikipedia sobre un tema del que no se haya escrito y a en dicha enciclopedia y nos ha dejado varios meses para prepararlo. Esto lo considero como una actitud por parte del profesor que debe ser agradecida, porque nos echa una mano para subir nota con algo que no tiene nada que ver la filosofía (excepto si escribes sobre algo relacionado con la filosofía, claro está). Y ya para terminar en lo referente a la forma de evaluación, me parece justo que si tienes una nota con decimales entre el cinco y el nueve y no has hecho blog, te quedes con la nota redondeada a la baja y que si tienes blog, el redondeo sea a la alza, porque eso es una forma de retribuirnos el trabajo que hacemos al escribir el artículo en el blog a los que los hacemos, porque todos tenemos posibilidades de hacerlos (porque, como he dicho antes, tenemos unos quince días para escribir cada artículo, lo que te da tiempo de sobra de ir a algún lugar con acceso a Internet a publicar el artículo si quieres).
Por último, quiero decir unas últimas cuatro cosas: la primera, hacer notar y agradecer que el profesor al explicar diferentes posturas sobre el tema que estemos tratando, (por ejemplo, ahora estamos tratando la reflexión filosófica sobre la sociabilidad y sus diferentes posturas son los nacionalistas, los sociobiólogos, los contractualistas y los anticapitalistas) o al explicar cualquier otro asunto, explique en función a la postura que se esté tratando en ese momento o de forma neutral en cualquier otro tipo de asunto y no en función a su opinión personal; la segunda, que también es de agradecer que el profesor se haga imponer, porque hoy en día y aunque suene penoso, muy pocos profesores se imponen en clase, por lo que los alumnos, a veces, casi “se burlan” de él y no se da tanto temario como se quisiera o se debería dar en esa asignatura; la tercera, que también se agradece que el profesor no venga a clase dándoselas de nuestro “colega”, sino que marque la diferencia entre alumno y profesor, lo que ayuda a dar mejor la clase; y la cuarta y última, que valoro mucho que el profesor sea puntual con la hora de comienzo y de final de la asignatura y que se exija para él mismo la puntualidad que nos exige a nosotros, porque hay otros docentes que te exigen puntualidad cuando ellos son los primeros que llegan diez minutos tarde a clase, cosa que parece inmoral completamente.
En definitiva, la clase de filosofía es una de las mejores que tenemos y quizás en la que más aprendemos, pero hay ciertas “opiniones” del profesor que según mi punto de vista, sobran.



Rebeca Gil García
1º A Bto.

Saturday, April 12, 2008

¿QUÉ SERÁ, SERÁ... EL URINARIO DE DUCHAMP?

En esta ocasión, la pregunta planteada es si el Urinario de Duchamp (mostrado en la imagen) es una obra de arte. Algunas personas entendidas en arte, lo han clasificado como tal e incluso como la mejor obra de arte del siglo XX.

Yo, bajo mi punto de vista, no lo considero arte. Habrá muchas personas que no estén de acuerdo conmigo y otras que sí lo estén. Todas las opiniones son respetables, ya que el arte es subjetivo y cada uno entiende las cosas de un modo distinto. Como ya he dicho, yo no lo considero arte y el por qué es muy sencillo: porque no me provoca ninguna sensación. Estoy de acuerdo en que no tiene ninguna utilidad (siendo ésta una característica de las obras de arte). El problema es que la relación entre el contenido y la forma no la entiendo, no veo la conexión y entonces, no me provoca ningún tipo de sensación, ni emotiva, ni intelectual ni de ningún tipo. Quizás esto se deba a que mis conocimientos en arte no son lo suficientemente amplios para entender este tipo de “obras de arte” o a que sea más fría que un témpano de hielo en lo referente al arte, no lo sé.

Ahora, que también hay que decir que muchas veces una obra de arte se considera como tal simplemente por el autor de la misma, y eso, sinceramente a mi no me parece muy objetivo a la hora de elegir las que pasarán a ser obras de arte para la historia, porque eso significa que un autor desconocido tiene muchas menos posibilidades de que su obra sea denominada obra de arte aunque sea mucho mejor que otra que ha creado un autor ya conocido, pero claro, como es de tal autor, ya hay que decir amén a su obra, alabarla y llamarla ya obra de arte. Eso es algo que yo nunca entenderé ni compartiré, porque muchas veces me parece mejor arte el de cuadros, esculturas, relatos, … que hacen en talleres o en su casa algunas personas prácticamente desconocidas en ese mundo (pero que les gusta pintar, esculpir, escribir,…, tienen talento para ello, lo hacen con ganas y entusiasmo, y obtienen unas OBRAS DE ARTE muy buenas) y lo exponen en algunos centros culturales como el Tomás y Valiente o el Parque de La Paz (ambos en Fuenlabrada), por ejemplo, con el único fin de que la gente los vea y los disfrute, y a veces con la intención añadida de intentar venderlos a unos precios no muy caros, (pero si esos mismos cuadros los hubiese pintado un autor famoso costarían una fortuna, todo sea dicho).

Volviendo al tema que hay que tratar en este artículo, repito que yo no veo que el Urinario de Duchamp deba ser considerado una obra de arte, y si de verdad es una obra de arte, pues debemos alegrarnos todos, sobretodo la gente que no tenemos dinero para comprarnos las consideradas por los entendidos “obras de arte”, porque todos tenemos ya una en casa entonces y quien sabe si el resto del mobiliario del cuarto de baño también sea considerado obra de arte.


Rebeca Gil García
1º A Bto.

Friday, March 07, 2008

EMULE, ARES, ... AHORA NO NOS IMPORTA

¿Es moral descargarse programas, música, películas, …, gratis?

Por un lado no es moral, porque detrás de esas películas, esa música, etc., hay unas personas que han trabajado muy duro para sacar ese producto al mercado y nosotros, al descargárnoslo por Internet sin pagar ningún precio o comprar una descarga por un precio más económico que el del producto original, no les estamos remunerando el trabajo realizado.

Entonces, ahora se puede pensar, si no es moral descargarse las cosas gratis o comprar copias piratas, ¿por qué lo hacen tantas personas en todo el mundo? La respuesta es fácil: porque las personas que realizan estas descargas o compran copias piratas no están dispuestas a pagar unos precios que muchas veces son desorbitados (cosa que a nivel personal me parece inmoral) por un producto que pueden obtener de una manera mucha más barata.

Tras esto, nos podemos hacer otra pregunta, ¿es moral que las discográficas, las productoras, etc. pidan precios tan elevados (como, por ejemplo, veinte euros por un cd de música)? La respuesta para esta pregunta es distinta para vendedores y productores: los primeros afirman que sí, alegando que ese es el precio que se merece ese producto; y los segundos, defienden que los consumidores no podemos pagar semejantes precios por algunos productos porque no nos podemos permitir esos gastos en, como quien dice, cuatro caprichitos de nada al mes. A partir de esto, podemos ver la descarga de archivos como algo moral, ya que si los consumidores no podemos pagar el precio que ponen las empresas por el producto deseado, es lógico y comprensible que busquemos otras formas de conseguirlo como pueden ser la descarga por Internet sin pagar dinero o las copias piratas que salen mucho más económicas que los originales.

Por último, para responder de una forma rápida y sencilla a la pregunta planteada al principio del artículo, se puede decir que la descarga gratuita de archivos tiene su parte moral (porque si tú no puedes pagar el precio que te piden por el producto original, es lógico y entendible que busques otras formas alternativas de conseguirlo) y su parte inmoral (al no recompensar económicamente el trabajo de las personas que se han esforzado en crear el producto).



Rebeca Gil García
1º A Bto.

Sunday, February 03, 2008

SI YO TUVIESE QUE DAR CLASES...

En esta ocasión, el artículo para la clase de filosofía debe tratar sobre cuál sería la mejor manera de dar clase. Para responder a esta cuestión, me voy a basar en las cuatro etapas de la inteligencia según Piaget.
Para empezar, lo primero que debemos saber es qué es la inteligencia. La inteligencia es “la capacidad para solucionar nuevos problemas alcanzando un objetivo que no es accesible de manera inmediata”. También es conveniente saber que la inteligencia se desarrolla con la edad.
Bien, pues sabiendo esto, vamos a empezar:
La primera etapa es la de la “Inteligencia práctica”, que dura desde los cero hasta los tres años. Esta etapa es práctica, sensorial y sin símbolos. Esto quiere decir que la mejor manera de enseñar en estos años sería con objetos que llamen la atención del niño (que tengan colores llamativos, que produzcan sonidos, …), es decir, que hagan que el niño tenga que usar mucho todos los sentidos para que así los vaya desarrollando; que tenga que utilizar las manos y los pies para que desarrolle su sicomotricidad; y que no necesite necesariamente unir unas ideas con otras.
La segunda etapa es la de la “Inteligencia intuitiva”, que abarca desde los tres hasta los siete años. Esta etapa se caracteriza por el desarrollo del lenguaje (con el que aparece la capacidad simbólica), por el descubrimiento del otro y por la búsqueda del orden dando respuestas animistas, egocéntricas y artificialistas. Según esto, la mejor manera de enseñar en este período sería enseñando al niño a leer desde bien pequeño para que desarrolle su capacidad de hablar, de expresarse, aumente su vocabulario y aumente así la capacidad simbólica. También sería bueno en esta etapa enseñar al niño que hay más personas a parte de él haciendo que se relacione con otros niños en el colegio, en el parque, etc., mediante juegos en los que todos tengan que participar, por ejemplo; y también hay que hacer que se relacione con personas adultas, comos con los profesores. Por otro lado se puede usar la búsqueda del orden por parte del niño contándole cuentos y viendo películas (por ejemplo) en los cuales se enseñe lo que está bien y lo que está mal, lo que se debe hacer y lo que no se debe hacer, es decir usar ese orden para inculcarle buenos valores morales desde una edad temprana.
La tercera etapa es la de la “Inteligencia lógico-concreta”, que va desde los siete hasta los doce años. Esta etapa se caracteriza porque se realizan operaciones mentales concretas y porque aparecen la reversibilidad, la seriación y la transitividad. En base a esto, lo mejor para enseñar a los niños en estas edades sería utilizar los ejemplos para enseñar, y a ser posible, que esos ejemplos fuesen de la vida cotidiana para que el niño los pudiese entender mejor.
La cuarta y última etapa es la de la “Inteligencia lógico-formal”, que se da a partir de los doce años y no tiene límite (salvo que se padezca algún tipo de enfermedad). Esta última etapa se caracteriza porque aparecen los símbolos sin conexión real y se establecen teorías hipotético-deductivas. También surgen las fantasías y los delirios de grandeza; y se consolida la personalidad entre la generosidad y el egocentrismo. En esta etapa habría que pasar de usar ejemplos concretos y de la vida cotidiana a usar ejemplos abstractos (para desarrollar la capacidad de abstracción), aunque no habría que dejar de emplear los ejemplos concretos puesto que son más fáciles de entender. Otra cosa que habría que hacer sería no coartar los fantasías y los delirios de grandeza de las personas en esta etapa; y ayudar a consolidar una personalidad que no sea ni muy egocéntrica ni muy generosa (para que no te tomen por tonto) dando ejemplo de este tipo de personalidad.
Una vez analizada cual sería la mejor forma de dar clase en base a las etapas de Piaget, también se puede hablar acerca de otros puntos que ayudarían a dar mejor las clases, por ejemplo: motivar al alumno para que estudie dándole de vez en cuando alguna recompensa si obtiene buenas notas para que las siga obteniendo; darle algún premio cuando obtenga buenas notas si es que está acostumbrado a sacar malas notas; averiguar cuál es su nivel de conocimientos acerca del tema a tratar para utilizarlos como inclusores a nuevos conocimientos (evitando empezar desde cosas que no sabe para que pueda seguir las clases con facilidad y no “desconecte” de ellas desde un primer momento); enseñar a los alumnos desde pequeños a estudiar todos los días para que tengan lo mejor organizada posible su Memoria a Largo Plazo, y por último, permitirle usar siempre que sean razonables (sin que llegue a abusar de ellos para explicar o mejor dicho, para exculparse de sus suspensos), sus mecanismos de defensa para paliar sus frustraciones (que las tendrá).



Rebeca Gil García
1º A Bto.

Wednesday, December 05, 2007

LA UTILIDAD DE LO "INÚTIL"

La actitud especulativa se da “cuando el interés por el saber no se subordina a ninguna finalidad práctica sino que se desea el saber por saber, conocer la realidad por el propio gusto de conocerla”

Ante esta definición, uno se puede preguntar “¿La actitud especulativa tiene alguna utilidad o no sirve para nada?” La respuesta a estas preguntas es sí y no, dependiendo del punto de vista.

La actitud especulativa no le sirve al ser humano para sobrevivir, en ese aspecto es inútil. Pero tiene una utilidad que yo clasificaría como casi o tan importante como la actitud pragmática (que es la que le permite al ser humano la supervivencia, la que se encarga de resolver los problemas concretos e inmediatos de la especie humana).

La actitud especulativa se encarga de resolver las curiosidades de todas y cada una de las personas. A primera vista, esta actitud no tiene ninguna utilidad porque dar respuesta a las curiosidades no es algo indispensable para vivir, pero yo creo, que si nos detenemos a pensar más a fondo, vemos que la actitud especulativa nos es muy útil porque nos sirve para pensar en cosas que nos interesan simplemente porque nos gustan, nos sirve para querer conocer el mundo que nos rodea más allá de lo que sólo nos afectaría para sobrevivir, … y según mi opinión, la actitud especulativa es uno de los motivos que nos ha llevado a evolucionar y a diferenciarnos positivamente del resto de los animales.

Además, la actitud especulativa también tiene cierta utilidad más práctica, porque, por ejemplo, en carreras como Medicina, que tiene una actitud especulativa al buscar conocer lo mejor posible el cuerpo humano, buscar conocer las enfermedades que le afectan, buscar encontrar la manera de combatirlas, …, también tiene una actitud práctica porque consigue que el cuerpo humano supere esas enfermedades (por lo menos en la mayoría de los casos), es decir, que sobreviva, y por consiguiente, que siga viviendo.

Y ya por último, para reafirmar la idea de que la actitud especulativa es útil, diré que si no lo fuese, la sociedad en la que vivimos no haría obligatorio el ir al colegio y después al instituto para aprender cosas que no nos sirven para sobrevivir, como la filosofía, la literatura o la gramática.



Rebeca Gil García
1º A Bto.

Sunday, November 04, 2007

LA FELICIDAD ES RACIONAL PARA MÍ

El tema de este nuevo artículo es ¿quién es más feliz, aquel que cree en el mito o el que cree en la razón como manera de explicar la realidad?

El que cree en el mito, depende de la voluntad de los dioses para ser feliz, porque son ellos quienes hacen que las cosas sean de una determinada manera, y además pueden cambiarlas a su antojo; por eso, el que cree en el mito, tiene que tener una determinada actitud para no enfadar a los dioses, y conseguir así que dejen las cosas como están.

El que cree que la razón es la mejor manera de explicar la realidad no depende de ningún dios que le diga como tiene que actuar, ni tiene que preocuparse de comportarse como quieren los dioses para tenerlos contentos y que no cambian la realidad. Además sabe cómo van a suceder las cosas porque hay procesos físicos que las explican.

Yo, personalmente, creo que es más feliz el que cree en la razón, porque esa persona no tiene que actuar de acuerdo a la voluntad de un ser superior que ni siquiera sabe si existe ya que no lo ha visto nunca; sabe cual es su verdadera realidad; sabe que es así por diferentes motivos que son reales, que se pueden comprobar; sabe cuales son esos motivos; sabe que es posible que esa realidad cambie si cambian las circunstancias porque el ser humano las haga cambiar o porque las cambie la naturaleza por algún motivo que se pueda explicar físicamente, pero no se aferra a falsas esperanzas de que cambien porque algún ser superior a él así lo quiera; sabe por qué las cosas son así sin necesidad de explicarlas con seres sobrenaturales que nadie ha visto nunca; sabe que es lo que va suceder sin tener que recurrir a un relato fantástico para explicarlo, sino que le da una explicación física fidedigna, comprobable y lógica; y sabe que las mismas cosas le suceden o le pueden suceder a la gente que cree en un dios, que cree en otro o que no cree en ninguno, por lo que no deben tener un origen divino sino un origen terrenal, porque si no no le sucedería o le podría suceder lo mismo a personas que creen en distintos dioses o no creen en ninguno, sino que les sucederían cosas distintas a los que creen en distintos dioses o no les sucedería nada a los que no creen en ninguno. En definitiva, pienso que es más feliz el que conoce su verdadera realidad y la acepta, que el que se "engaña" para intentar ser más feliz y no asume tanto su situación.

Rebeca Gil García
1º A Bto.

Friday, June 15, 2007

¿PARA QUÉ ESTAMOS VIVOS?

De todas las preguntas que uno se puede hacer, quizás esta sea una de las más importantes: ¿para qué estamos vivos? La respuesta no es fácil.

En mi opinión, y teniendo en cuenta en la sociedad en la que vivimos, nosotros estamos vivos para trabajar y disfrutar del tiempo de ocio, porque desde pequeños nos llevan a la escuela para que aprendamos y lleguemos a tener una base cultural para poder desempeñar un trabajo en la sociedad. Nadie que no trabaje pude salir adelante en esta sociedad capitalista que hemos creado a lo largo de la historia, donde lo más importante es el dinero y tu clase social viene determinada por el dinero que tengas y el que ganes.

También desde pequeños nos enseña a disfrutar del tiempo de ocio, pero la mayoría de las veces es mediante el consumismo: con viajes, yendo al cine, a las discotecas, … (lo que refuerza la idea de que estamos aquí para trabajar, porque sin trabajo no conseguimos el dinero necesario para cubrir las necesidades vitales de cada persona ni podemos disfrutar del tiempo de ocio al que nos han enseñado a la mayoría de personas de nuestra sociedad).

Con las personas del Tercer Mundo pasa algo parecido: ellas también se ven obligadas a trabajar para intentar sobrevivir, pero ese intento se ve muchas veces malogrado por enfermedades y falta de los recursos primarios para la vida.

Desde otro punto de vista se puede pensar que las personas estamos vivas para sufrir o para disfrutar de la vida. Respecto a este asunto, yo creo que eso lo escoge cada uno al labrarse su propia vida, porque cada uno de nosotros elige cómo vivirla, y ahí, tú puedes disfrutar de la vida aunque tengas que trabajar o sufrir aunque no trabajes, y viceversa, puedes sufrir trabajando y disfrutar en tu tiempo de ocio, eso depende de los gustos de cada uno, de su forma de ser y de sus elecciones a lo largo de su vida.

En definitiva, creo que los seres humanos estamos vivos para trabajar, porque ya sea en los países desarrollados o en los países subdesarrollados, tenemos que trabajar para sobrevivir, y cuando ya podemos dejar de hacerlo (cuando nos jubilamos en el caso de los países desarrollados y en los países subdesarrollados, pocas veces se da este caso), ya es un poquito tarde para hacer algunas que nos hubiera gustado hacer (actividades de ocio), pero que por trabajar no hemos podido hacer y ahora no somos capaces de hacer por problemas de salud o de otro tipo (aunque hay personas que no sufren este problema y pueden hacer durante su jubilación las cosas que no habían podido hacer antes por falta de dinero, por trabajar o por otras causas).



Rebeca Gil García
4ºA ESO

¿QUIÉN DICE QUE HAY QUE SER BUENO?

Para empezar, se supone que ser bueno consiste en hacer el bien con tus acciones sin perjudicar a nadie.

Eso es muy bonito, porque si todos hiciésemos el bien, o sea, que fuésemos buenos, el mundo sería mucho mejor: no habría terrorismo, ni violencia de género, ni peleas callejeras, …, sino que todo sería: ayuda, preocupación por los demás, buenas palabras para todos, …

De lo que se deduce que hay personas que no hacen el bien, porque hay terrorismo, violencia, peleas, falta de ayuda para los demás, despreocupación por los problemas ajenos, egocentrismo, insultos, …

Entonces se da la gran pregunta: ¿Por qué hay que ser buenos? Aquí se pueden tomar dos caminos:

El primero es pensar: si hay otras personas que no hacen el bien (son pasotas, maleducadas, violentas, egocéntricas, …), y además nos perjudican al resto, ¿por qué he de hacerlo yo? Entonces, se puede hacer el mal (y pasar a ser malo, obviamente).

El segundo es pensar: si hay otras personas que hacen el mal, no debo parecerme a ellas, debo intentar hacer el bien, (que la convivencia entre todas las personas del mundo sea lo más fácil, pacífica y respetuosa posible), y quizás así esas personas que hacen el mal se den cuenta del perjuicio que están provocando y empiecen a hacer el bien.

Cada persona es libre de elegir una de estas dos opciones; nadie puede obligar a nadie a ser bueno o ser malo, pero cada uno de nosotros debe escoger en qué clase de mundo quiere vivir o al menos intentar vivir: en uno lleno de violencia, agresiones, faltas de respeto, egocentrismo, …, o en uno en el que las relaciones con el resto de personas sean más o menos cordiales y respetuosas.



Rebeca Gil García
4ºA ESO